Estimados Propietarios de los Dodgers de Los Angeles: Le Han Faltado el Respeto a Generaciones de Aficionados y Ahora los Van a Perder

Credit to Jennifer Van Laar

(EDITOR’S NOTE: This is a Spanish translation of Managing Editor Jennifer Van Laar’s May 24, 2023 column. The English version can be found here.)

A este punto en el año 2023, cuando Bud Light descubrió lo que ocurría cuando presionaba demasiado a sus clientes y cuando Fox News descubrió lo que ocurría cuando alienaba a los seguidores de su presentador mejor valorado, parecería que las marcas y las corporaciones podrían pararse un momento antes de emprender una acción que insultara a una gran parte de las personas que pagan sus salarios. Y la semana pasada pareció que los Dodgers, el equipo de beisbol de las grandes ligas en Los Ángeles, notaron esos ejemplos como cuentos con moraleja cuando desinvitaron de la Noche del Orgullo de este año a las Hermanas de la Perpetua Indulgencia, un grupo anticatólico que hace algunas obras de caridad cuando no patrocina espectáculos de drag sacrílegos. Además de tener a las Hermanas como invitadas de honor esta noche, la organización planeaba entregarles el Premio de Héroe de la Comunidad.

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Mientras gente como el senador Marco Rubio comentaba sarcásticamente algo sobre la cordura que prevalece en California por una vez cuando los Dodgers hicieron su anuncio de desinvitación, yo sabía que lo que la organización de los Dodgers había hecho era algo extremadamente valiente en Los Ángeles, donde los políticos locales -que controlan todo tipo de cosas relacionadas con el funcionamiento fluido y rentable de un negocio- están todos en la extrema izquierda, y son todos muy mezquinos y vengativos. Recordemos que Gavin Newsom cerró las playas de un solo condado un fin de semana durante la pandemia porque sus dirigentes se atrevieron a luchar contra las restricciones. El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, hizo llenar de arena un parque de patinaje al aire libre para que la gente obedeciera y amenazó con nombrar a burócratas municipales para que impusieran los cierres.

Esta gente no juega.

Pero, lo que vi como miembro actual de la comunidad fue lo disgustada que estaba la afición de los Dodgers (mayoritariamente latinos y católicos) por este premio previsto – y creí entonces y sigo creyendo que la decisión de los Dodgers a disinvitar a las Hermanas fueron por esas objeciones, y no porque Marco Rubio dijo algo.

La reacción de los izquierdistas de Los Ángeles a la desinvitación fue rápida y despiadada, y todos los cargos electos demócratas (es decir, casi todos, ya que sólo hay un puñado de republicanos en cargos electos en el condado) pidieron a los Dodgers que se retiraran. El LGBT Center se retiró de la Noche del Orgullo y dijo a los Dodgers que deberían cancelarla. Pasaron unos días y el lunes por la tarde los Dodgers habían cedido: volvieron a invitar a las Hermanas y también planean homenajearlas en una ceremonia previa al partido.

Lindsey Horvath, supervisora del condado de Los Angeles (sorpresa, sorpresa) anunció que ella dirigió los debates de la sesión de lucha que dieron lugar a este… desarrollo.

¿”Modelas lo mejor de mi fe”? Por favor. ¿Qué fe es esa?

Ciertamente no es la fe del lanzador de los Dodgers Julio Urías, un católico devoto. Antes de cada salida de Julio Urías, su padre se para en la casa familiar de Culiacán, México, y reza ante la Virgen de Guadalupe.

Carlos Urías tiene una rutina antes de ver cada una de las salidas de su hijo: enchufa una lámpara de la Virgen de Guadalupe que cuelga en el pasillo, justo al lado del salón, y reza.

La Virgen brillaba en una reciente mañana de domingo, iluminando coloridamente el tenue espacio blanco. Unos minutos después de las 10, antes de que Julio Urías subiera al montículo a 3.000 kilómetros de distancia, en Miami, Carlos se acercó a ella. Se quitó la gorra de los Dodgers, susurró unas palabras y se persignó.

“Dios ha sido bueno”, dijo. “Tengo mucho que agradecer ahí arriba”.

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Cuando Urias, que tuvo que someterse a 10 operaciones oculares antes de cumplir los 10 años debido a un tumor cerebral benigno, fue finalmente convocado a las grandes ligas, lo primero que hicieron sus padres fue visitar su iglesia católica con flores para dar las gracias.

No es la fe de la Voz de los Dodgers, Vin Scully, un católico devoto que humildemente sirvió en su parroquia de Westlake Village mientras su salud se lo permitió. El sobrino de Scully, Dan McLaughlin, de National Review, dijo el lunes por la noche: “No puedo exagerar la traición que supone para los Dodgers, de entre todas las organizaciones, dar un hogar a un grupo de odio anticatólico”. Como escribió Dan en un homenaje a su tío:

La fe católica de Vin era profunda y le hizo superar muchas pruebas. También la familia. Su primera esposa murió trágicamente joven, más o menos al mismo tiempo que mi hermano mayor, a los siete años. La hija de Vin vino a vivir con nosotros un verano y mis abuelos se fueron a California unos años hasta que Vin se volvió a casar. La familia supera todo unida. Su hijo mayor, mi primo Michael, murió en un accidente de helicóptero mientras su esposa esperaba su segundo hijo, que nació ese mismo día. Fue devastador. Vin estuvo casado con su segunda esposa, Sandi, hasta su muerte tras una larga enfermedad en 2020. Sobrellevó sus cruces de la única manera que sabía: con la fe.

No es la fe del veterano entrenador de los Dodgers Tommy Lasorda, cuya personalidad era casi el polo opuesto a la de Vin Scully, pero cuya devoción a su fe católica era igual de profunda. Lasorda contaba a menudo historias sobre cómo su crianza católica y su educación en escuelas católicas marcaron su vida, y su religión también era visible en el Dodger Stadium:

El enorme retrato de la Madre Teresa, enmarcado en oro, era bastante fácil de ver para Tommy Lasorda cuando se sentaba en el escritorio de su oficina ejecutiva en el quinto piso del Dodger Stadium, creada para él después de que la propiedad de los Dodgers le otorgara el cargo de “asesor especial”.

Incluso entre las innumerables fotos satinadas de ex presidentes, artistas legendarios y atletas estrella, Lasorda se aseguró de que fuera visible; incluso estaba autografiada. No muy lejos se encuentra un retrato del arzobispo emérito de Los Ángeles, el cardenal Roger Mahony.

También hay una foto de una monja sencilla con un hábito blanco.

“Es la Hermana Inmaculada, mi profesora de séptimo grado”, explicó Lasorda en “¡I Live For This! Baseball’s Last True Believer“, una biografía sobre él publicada en 2007. “Ella fue la única que creyó en mí”.

No es la fe de Walter O’Malley, el hombre que trajo los Dodgers de Brooklyn a Los Ángeles, ni la fe de Fernando Valenzuela, el legendario lanzador de los Dodgers cuyo nombre es venerado por todos los que visten el azul de los Dodgers.

La “fe” de Horvath tampoco es la fe de millones de aficionados de los Dodgers de todas las creencias religiosas – ya sean católicos, protestantes, mormones, judíos, agnósticos – y que creen que honrar como “Héroe de la Comunidad” a un grupo cuyas actuaciones son extremadamente sacrílegas y que se burlan no sólo del catolicismo sino del cristianismo en su conjunto está mal. (Por cierto, las Hermanas sólo recaudan unos cientos de miles de dólares al año, y una buena parte se gasta en cosas como promover la agenda transgénero en las escuelas). He aquí una muestra de su “entretenimiento.”

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La “fe” de Horvath está en la estafa y el poder político, y en utilizar la prensa burlona de extrema izquierda de Los Ángeles para hacer sus falsos argumentos. A saber, un artículo del LA Times:

Para apaciguar a los extremistas religiosos y políticos, los Dodgers desecharon los planes de conceder el Premio al Héroe de la Comunidad a las Hermanas de la Perpetua Indulgencia, una autoproclamada “Orden de vanguardia de monjas queer y trans” que utiliza la sátira y el drag para llamar la atención sobre la intolerancia sexual y recaudar fondos para organizaciones sin ánimo de lucro que benefician a comunidades desfavorecidas.

El homenaje a las Hermanas fue protestado por un puñado de líderes católicos conservadores y por el senador republicano Marco Rubio, que argumentó que el grupo de caridad era “anticatólico”. Los Dodgers cayeron tan rápido como el año pasado en la Serie de División de la Liga Nacional contra los Padres de San Diego.

En un artículo separado, un empleado anónimo de los Dodgers afirma que fueron todos los fanáticos que llamaron a la oficina principal de los Dodgers quienes pusieron en peligro la Noche del Orgullo.

“Cogieron a la gente desprevenida, tuvimos que atender los teléfonos y recibir gritos en primera línea”, dijo uno de los empleados, que pidió el anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente del tema. “Pone a todo el mundo nervioso”.

Sin embargo, la indignación provocada por esa decisión amenazó con desbaratar por completo la Noche del Orgullo, un resultado inaceptable para los Dodgers….

“Tal y como está ahora, perderíamos nuestra Noche del Orgullo”, dijo uno de los empleados que pidió el anonimato… “No sé cómo volveríamos de eso”.

Empleados de los Dodgers de todas las orientaciones sexuales manifestaron su consternación por la decisión. “Sabíamos que las Hermanas reaccionarían, pero no teníamos idea de lo rápida y contundente que iba a ser la respuesta y de cómo iba a arrastrar a los demás”, dijo el empleado. “Y muchos empleados están disgustados.”

Esas piezas colocadas tuvieron un impacto, y el presidente del equipo de los Dodgers, Stan Kasten, pronto fue el que se puso nervioso. Una cosa en la que tiene razón es que los Dodgers no se habían enfrentado a una campaña de presión en el pasado, que es exactamente lo que yo decía la semana pasada. Los líderes políticos de Los Ángeles son tan radicales que los normales suelen mantener la boca cerrada, sabiendo que hablar les puede costar sus carreras.

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“Se trata de un territorio nuevo para nosotros”, afirmó. Enfrentados a una campaña de presión, Kasten afirmó que “no estábamos seguros de qué hacer, pero queríamos abordar la cuestión rápidamente y tomamos esta decisión con demasiada rapidez. Antes de escuchar realmente a toda la gente y los puntos de vista, en particular de la comunidad LGBTQ con la que hemos tenido una larga y muy buena relación”.

El hecho de que tantos angelinos reaccionaran de manera tan visceral debería haber causado alguna reflexión en la oficina principal de los Dodgers y no una reflexión del tipo que los llevó a la sesión de lucha de Lindsey Horvath – porque esa elección va a llevar a costosas consecuencias ya que los fanáticos de los Dodgers de todos los credos y condiciones sociales están dando a conocer su descontento, algunos incluso optando por alejarse del equipo al que su familia ha alentado por generaciones. Pregunté a los aficionados de los Dodgers en Twitter qué pensaban de esto, ya que es su opinión la que más importa.

Tolerancia también significa no burlarse, ridiculizar o menospreciar las creencias religiosas de un grupo en particular. Es evidente que la dirección de los Dodgers tiene dificultades para asimilar esta realidad.

– Tim Rosales (@TimRosales) 23 de mayo de 2023

Me está matando. Absolutamente destrozando. He sido católico toda mi vida y tengo sangro azul de los Dodgers, ahora aparentemente no me quieren como aficionado a menos que mi fe sea el blanco de sus burlas. Supongo que seguir con ellos durante los inútiles 90’s no es suficiente.

– Matt Wand (@WandMatt) 23 de mayo de 2023

dijo Dave Goss:

Como has visto, ya dejo de apoyar al equipo. Hay dos razones por las que dejo de apoyar. La primera fue por la burla a la religión, eso no esaceptable y si este grupo se burlara de cualquier otra religión que no fuera la cristiana habría indignación, pero esa no es la razón principal por la que dejo de apoyar los @dodgers. La razón principal por la que estoy fuera es la cobardía de la organización al dejarse intimidar por un supervisor del condado para cambiar su decisión. Deberían estar haciendo lo correcto por sus fanáticos, lo cual habían hecho, pero luego cambiaron de rumbo, lo cual no puedo apoyar. Deseo lo mejor a los jugadores, pero la organización está muerta para mí.

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Latina aqui, nacida en Este de LA asi que es parte de mi herencia que soy @Fan de los Dodgers de 50 años+. No puedo estar más decepcionada con la decisión de los Dodgers de volver a invitar a una organización que se burla de mi religión y usa juguetes sexuales para hacer cruces. Los Dodgers nos dieron el dedo medio hoy, no lo olvidaré.

– Scouter34🇺🇸⚾️🏈✌❤🚔 (@Scouter34) 23 de mayo de 2023

Bueno, ya que preguntas. Yo también soy @dodgers en las buenas y en las malas. Ha sido gratificante, ya que el equipo ha sido entretenido y competitivo.

Ojalá se dedicaran al béisbol y se mantuvieran al margen de la política y la cultura.

Desde O’Malley hasta Tommy y Vin, ellos ERAN los más elegantes…

– el Sid (@RevSid) 23 de mayo de 2023

De un fan de los días de Vin Scully y Jerry Doggett; de los días de Bobby Valentine y Maury Wills; adiós, Dodgers.

– 🇺🇲Kathy❤God❤Family❤️Country🇺🇲 (@ProudMomGrammy) 23 de mayo de 2023

Ya te haces una idea. Hay docenas más de tuits como este, solo en respuesta a mi pregunta.

Y también está este punto:

Soy gay y no católico, pero no hay forma de que un grupo que entremezcla imágenes LGBT con símbolos islámicos sea permitido en un evento de este tipo.

– byokop (@byokop) 23 de mayo de 2023

Personalmente, mi familia ha optado por boicotear al equipo, una decisión aún más difícil por el hecho de que hoy es el cumpleaños de mi hijo menor y generalmente vamos a un partido de los Dodgers para celebrarlo.

Esto también va a requerir una inversión en ropa nueva para mí, ya que aproximadamente 1/4 de mi vestuario está relacionado con los Dodgers (escribí esta columna con una camiseta de los Campeones Mundiales de 2020, que irá a parar a un contenedor de almacenamiento mientras rezo para que los propietarios entren en razón).

Los aficionados vamos a necesitar la ayuda de los líderes católicos de California para lograr nuestro objetivo. Afortunadamente, el arzobispo Cordileone de San Francisco tuvo palabras muy duras para los Dodgers.

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Cuando estaba terminando este artículo, que empecé el lunes por la noche, la archidiócesis de Los Ángeles emitió un comunicado.

La Archidiócesis hace un llamamiento a todos los católicos y personas de buena voluntad para que se opongan a la intolerancia y al odio en cualquiera de sus formas y defiendan el respeto mutuo y las creencias religiosas de nuestras comunidades de fe.

La decisión de honrar a un grupo que claramente se burla de la fe católica y se mofa de las sinceras y santas vocaciones de nuestras mujeres religiosas, que son parte integrante de nuestra Iglesia, es lo que ha causado decepción, preocupación, enfado y consternación en nuestra comunidad católica. Los ministerios y vocaciones de nuestras mujeres religiosas deben ser honrados y celebrados a través de actos genuinos de aprecio, reverencia y respeto por sus votos sagrados, y por todas las buenas obras de nuestras monjas y hermanas al servicio de la misión de la Iglesia Católica. Desde proporcionar una educación de calidad a los estudiantes del centro de la ciudad, a servir a los enfermos, a los sin techo, a los hambrientos y a tantos otros necesitados, hasta cuidar de las almas de nuestros fieles a través de la oración, nuestras mujeres religiosas han dedicado sus vidas a la fe y la misión católica, compartiendo la gracia amorosa de Dios con los demás. La Archidiócesis se opone a cualquier acción que menosprecie y disminuya nuestra fe cristiana y a quienes dedican sus vidas a Cristo.

La Archidiócesis hace un llamamiento a todos los católicos y personas de buena voluntad para que se opongan a la intolerancia y el odio en cualquiera de sus formas y defiendan el respeto mutuo y las creencias religiosas de nuestras comunidades de fe. Mostremos también nuestro cuidado y respeto por nuestras mujeres religiosas enviando un mensaje de apoyo a sus comunidades a través de llamadas telefónicas, cartas y publicaciones en sus canales sociales, apoyando las vocaciones mediante donaciones a sus órdenes y/o haciendo donaciones en su nombre a los programas que apoyan. Mostremos al mundo lo mucho que nuestras mujeres religiosas significan para nosotros y para nuestra Iglesia.

Esta afirmación es un buen comienzo, pero no es todo lo dura que debería.

Aun así, los directivos de los Dodgers deberían estar preocupados por el apoyo financiero de los aficionados, tanto los más acérrimos como los ocasionales, dado el nivel de enfado en Los Ángeles por su capitulación ante Lindsey Horvath y las Hermanas (que probablemente también tuvo algo que ver con la posición de Horvath en LA Metro y el problemático proyecto de la góndola del equipo). El equipo juega hoy en Atlanta, y algo me dice que la próxima vez que salten al campo de Chavez Ravine se llevarán una desagradable sorpresa.

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(NOTA DEL EDITOR: Para dar a conocer educadamente su opinión sobre este asunto a la administración de los Dodgers, puede encontrar información de contacto aquí).

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